¿Oro? ¿Oro amarillo, brillante, precioso?…
Este oro podría volver blanco lo que es negro, hermoso lo que es feo,
justo lo que es injusto, noble lo que es vil, joven lo que es viejo, valiente lo que es cobarde.
…Dioses, ¿a qué viene esto? ¿Qué es esto, dioses?
Esto alejará de vosotros a vuestros sacerdotes y a vuestros servidores,
y quitará la almohada en que reposa el enfermo.
Este esclavo amarillo
consagrará promesas para infringirlas; bendecirá al maldito;
hará adorar la podredumbre de la lepra; sentará a ladrones
en el banco de los senadores, confiriéndoles títulos,
homenajes y alabanzas. Él será
quien obligue a casarse en nuevas nupcias a la viuda desolada.
… ¡Condenado metal!
puta de la humanidad,
(Shakespeare. «Timón de Atenas». Acto 4, Escena 3)
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